El corpus christi

de Graná

La celebración del Corpus Christi en Granada tiene lugar en una fecha móvil que depende del calendario litúrgico de la Iglesia Católica. Se celebra el Jueves siguiente a la solemnidad de la Santísima Trinidad, que a su vez tiene lugar el domingo siguiente a Pentecostés, es decir, 60 días después del Domingo de Resurreción. Para que sea más fácil de ubicar, suele ocurrir entre finales de Mayo y mediados de Junio, aunque la fecha exacta varía cada año.

En torno a la celebración de la procesión del Corpus Christi se organiza una semana entera de actividades lúdicas y eventos por toda la ciudad, acompañados por la feria, que hacen que esta celebración sea la mayor y principal de la ciudad de Granada.

Pero centrándonos en el motivo principal de las festividades, la salida procesional del Corpus Christi se realiza el Jueves, que es festivo en la ciudad. Sale a la calle un cortejo procesional encabezado por la Custodia de la Catedral de Granada y acompañada de autoridades tanto civiles como religiosas, representantes de las hermandades y cofradías de la ciudad, mantillas, niñas y niños vestidos para la ocasión y más participantes en el cortejo procesional.

El origen

de la celebración

Representación del milagro de Bolsena

Para determinar el origen de esta festividad debemos viajar a 1208, en plena Edad Media, cuando Juliana de Cornillon, una monja agustina de Lieja (Bélgica) posteriormente reconocida por la Iglesia Católica como Santa, tuvo una visión en la que vio la luna llena con una mancha oscura que simbolizaba la ausencia de una festividad dedicada a la Eucaristía. Esta visión la llevó a promover la idea de celebrar una festividad en honor al Cuerpo y la Sangre de Cristo, presentes en la Eucaristía.

38 años después, en 1246, el obispo de Lieja, Roberto de Torote, ordenó que se celebrara dicha festividad a partir del siguiente año, señalando que su celebración debería realizarse el Jueves siguiente a la octava de Pentecostés, por lo que en 1247 se celebró oficialmente la primera procesión del Corpus Christi.

En un principio tuvo poca acogida fuera de Lieja aunque pocos años después el cardenal Hugo (de San Caro, cerca de Vienne, Dauphine, Francia) la celebró en San Martín del Monte y ordenó a sus obispos que la celebraran de igual manera en sus diócesis correspondientes.

En 1263, mientras un sacerdote celebrara la eucaristía en su iglesia de Bolsena (Italia) brotó sangre de la hostia consagrada que rompió, manchando el corporal y algunas piedras del altar que aun se conservan en la basílica de Santa Cristina. Este hecho se difundió y celebró dando un impulso definitivo a la instauración de la celebración litúrgica del Corpus Christi.

El 8 de Septiembre de 1264, el papa Urbano IV, mediante la bulaTransiturus de hoc mundo”, instauró la celebración. Santo Tomás de Aquino fue el encargado de redactar los textos para el Oficio y la Misa.

En años venideros, el papa Clemente V dará las normas para regular el cortejo procesional en el interior de los templos, y Juan XXII introducirá la Octava con exposición del Santísimo Sacramento, pero es en 1447 cuando la celebración recibirá el gran empujón al ser el papa Nicolás V partícipe de la procesión acompañando la Hostia Santa por las calles de Roma.

Curiosidades

sobre la celebración

El origen real del Corpus Christi tiene que ver con la Última Cena de Jesucristo junto a sus doce discípulos. En ella, celebrada el Jueves Santo, Jesucristo convirtió el pan y el vino en la representación de su cuerpo y de su sangre, instando a sus discípulos a que comieran y bebieran de ellos.

La conversión del pan y el vino en el cuerpo y sangre de Cristo tiene un nombre: Transubstanciación.

Según algunos biógrafos, el Papa Urbano IV encargó un oficio (la liturgia de las horas) a San Buenaventura y a Santo Tomás de Aquino. Cuando el Pontífice comenzó a leer en voz alta el oficio elaborado por Santo Tomás, San Buenaventura fue rompiendo el suyo en pedazos.

Antes de recibir la Eucaristía se debe practicar el ayuno eucarístico, absteniéndose de ingerir cualquier alimento o bebida por lo menos una hora antes de la Sagrada Comunión, exceptuando agua y medicinas. Las personas enfermas quedan exentas de dicho ayuno.

Cuando los Reyes Católicos tomaron la ciudad de Granada, que estaba bajo dominio del Islam, decidieron establecer un día para llevar la religión católica a la calle y conseguir más fieles, implantando así esta celebración en la ciudad.

El cortejo

y los preparativos

Para celebrar este día Granada adorna el cielo con toldos y cubre las calles con alfombras de hierba fresca, romero y otras plantas aromáticas traídas desde la Vega de Granada entre las que destacan las juncias y el mastranzo. Antiguamente se tenía la tradición de que eran los pueblos del cinturón los que debían aportar estas plantas para vestir las calles, e incluso estaba estipulado cuántos carros de hierbas aportaba cada municipio, pero en la actualidad es una cuadrilla de trabajadores de Inagra (la empresa municipal de limpieza) la que recolecta la juncia el día de antes junto a los arroyos que discurren hacia el río Monachil.

Junto a la Custodia podemos ver a representantes de las hermandades y cofradías de la ciudad y algunos representantes tanto religiosos como civiles, entre ellos el arzobispo de Granada, representantes de Diputación de Granada y de la subdelegación de Gobierno, parlamentarios, diputados nacionales, la alcaldesa y otros representantes del ayuntamiento junto con representantes militares de la ciudad.

Al cortejo procesional se une la Tarasca, que ya salió a la calle en la jornada anterior, junto con sus acompañantes «cabezúos» y gigantes, niños y niñas vestidos para la ocasión y un grupo de bailaoras y bailaores a ritmo de una danza flamenca popular conocida como «reja».

Cabe destacar que entre los peculiares «cabezúos» y gigantes encontramos figuras célebres como el torero, el indio, el poeta, la vieja, la gitana, el moro, el negro, el chino, el rejoneador, Don Quijote, Sancho Panza, Chorrojumo, Paniolla, el niño Gabia o Dieguito el andarín.